Siete datos para entender el sobregiro ecológico de Chile, según la WWF

Chile agotó todo el presupuesto natural que tenía disponible para el 2016 y vivirá los dos últimos meses del año en deuda con el planeta, echando mano a su «línea de crédito».

Para WWF Chile, este sobregiro ecológico debe preocuparnos como país, dado que si bien en la práctica no sufriremos ningún shock que afecte nuestra vida en el corto plazo, mantener este endeudamiento ambiental pone en riesgo el futuro de la nuestra y las futuras generaciones.

¿Cómo hemos llegado a este sobregiro y qué implicancias tiene?

1.- El sobregiro ecológico es determinado por el promedio entre la huella ecológica (impactos humanos, lo que vamos consumiendo o perdiendo) y la biocapacidad (capacidad biológica de la naturaleza para regenerar recursos en forma renovable y absorber los diferentes desechos generados por el hombre), medidas en hectáreas globales por persona (hgp).

2.- La primera vez que se registró un sobregiro ecológico mundial fue el 1 de octubre del 2000, según los datos de la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network GFN, en inglés). Este día se ha adelantado dos meses, en 2016 se calculó para el pasado 8 de agosto.

3.- Chile se sobregiró por primera vez en 2015, es decir, quebró su balance entre huella ecológica y biocapacidad, quedando con un déficit de 0,4 hgp. El día estimado por la GFN como inicio del sobregiro nacional fue el 28 de noviembre. Este año el comienzo del sobregiro se adelantó al 31 de octubre, marcándose un déficit de 0,7 hgp, por tanto, Chile deberá enfrentar los dos últimos meses del año sobregirado en términos ecológicos.

4.- El mayor déficit de Chile este año se debió a un aumento de la huella de carbono del país, que llega a 2,0 hgp, superando a países como Argentina, Brasil o México. Reducir nuestras emisiones de CO2 es fundamental, y en este punto, históricamente ha sido el sector energético el principal emisor, debido al carbón y el diésel

5.- En términos de biocapacidad, Chile mantuvo el nivel registrado el año pasado (3,6 hgp) y que es idéntico al que, por ejemplo, exhibe Colombia, que no aparece sobregirado. La diferencia, como se explicó, la marca la mayor huella de carbono, responsable del 47% de nuestra huella ecológica total como país.

6.- En relación al resto de Latinoamérica, este año Chile es el país que peor balance tiene en cuanto al número de planetas Tierra requeridos si todos en el mundo vivieran como un chileno. Si esto ocurriera, serían necesarios 2,5 planetas Tierra para satisfacer las necesidades de la población mundial.

7.- A pesar de las malas cifras, la solución aún sigue estando en nuestras manos y hay señales claras que muestran que estamos avanzando en la dirección correcta. Por ejemplo, vemos un alza en la inversión en energías renovables y como WWF que éstas ocupen el 100% de nuestra matriz energética al 2050. La contribución de Chile en el marco del Acuerdo de París -que debe ser ratificado este mes por el Congreso- que considera la reducción de al menos un 30% de las emisiones de CO2 al 2030 respecto a 2007, debería tener también un efecto sobre estos indicadores. Asimismo, la creación de más áreas protegidas sin duda mejorará nuestros indicadores de biocapacidad.

Fuente: El Economista América