Es un agrado ver una noticia como esta y poder observar como día a día se van sumando nuevas iniciativas que promueven una manera de hacer negocios con un enfoque innovador que toma en cuenta la interacción que tienen los usuarios y empresas con los residuos y servicios. Si bien la LEY REP, viene a mejorar y ordenar legislativamente el cuento, es muy alentador ver que hay quienen no esperaron una ley para entender que se pueden generar buenas propuestas de los residuos de otros y que eso, a su vez, trae consigo un beneficio social y al medio ambiente indiscutible. Ya no hay tiempo para esperar los reglamentos que se están gestando, es hora de actuar y comprender que las nuevas iniciativas tienen que tener incorporado el «Chip» de la sustentabilidad en su ADN. Hoy, con un espectro de consumidores cada vez mas educados y mas concientes de generar menos daño al medio ambiente, ES POSIBLE!!!
La nueva Ley de Fomento al Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP) no sólo está atrayendo startups en el ámbito del reciclaje, sino que también está haciendo que las empresas de este rubro que ya existían, tengan que realizar una serie de innovaciones para competir con la posible oleada de emprendimientos que se avecinan. Mientras tanto, el interés de los chilenos por reciclar va en alza.
A mediados de diciembre pasado, el Ministerio del Medio Ambiente junto a TriCiclos y Coca Cola, lanzaron el primer piloto de eco-etiquetado enfocado en una botella de agua mineral (Vital “Eco-Flex”), que reduce en un 30% del gramaje de plástico. Este es uno de los primeros ejemplos de cómo la nueva Ley de Reciclaje (REP) comenzará a inundar de innovaciones y lanzamientos a la industria del reciclaje en Chile, así como a otros sectores que entran dentro de los seis “productos prioritarios” de la normativa.
Si bien el rubro del reciclaje es bastante joven en nuestro país -con tan sólo algunas décadas-, la nueva legislación está comenzando a crear decenas de startups inspiradas por este negocio sustentable. Pero también está produciendo que las empresas más antiguas tengan que innovar y así demostrar que llegaron primero.
Un buen ejemplo de una compañía ya consolidada es Recimat, que hace casi 15 años se dedica a reciclar las baterías de vehículos fuera de uso en Chile, la cual ahora, tendrá que adaptarse a las nuevas exigencias de la ley. “Nuestra principal motivación es tener un país más limpio y demostrar que la economía circular es posible en Chile, de manera descentralizada y en sintonía con la identidad productiva de las regiones”, dice Claudia Alarcón, directora de Asuntos Corporativos de Recimat.
Esta empresa nació en Calama con el fin de limpiar la zona de miles de toneladas de desechos generados por la minería del cobre, que son utilizados en automóviles, maquinarias y sistemas de comunicación. Hoy poseen la única planta autorizada con la capacidad para tratar todas las baterías que se descartan en Chile.
Por otro lado, con 28 años en el rubro, Recupac tiene un programa denominado “3S” (reciclaje simple, sustentable y sostenible). La idea es que el usuario no tenga que enfrentarse a una separación de 15 productos distintos. Como una manera de renovarse, a partir de 2015 expandió sus servicios al ámbito municipal, a través de programas de recolección selectiva o reciclaje domiciliario en edificios de comunas como Providencia y Santiago. “Se debe avanzar en eco-diseños de envases, educación ambiental y tecnología para la recolección, clasificación y valorización los residuos generados. En ese marco, estamos preparados para enfrentar los desafíos de la normativa”, dice su gerente general, Isidro Pereda.
Un poco más joven es Kyklos, que nace en 2012 con la intención de masificar el reciclaje en Chile y enseñar en los colegios la cultura medioambiental. “Vimos lo importante que era la educación ambiental para proteger el cuidado, además de lo potente que son los niños como agentes de cambio”, dice Sebastián Herceg, director ejecutivo y cofundador de Kyklos.
Incluso, compañías no relacionadas con el reciclaje están abriendo áreas de negocio en ese aspecto. Por ejemplo, MBM Latam, que fabrica sistemas de exhibición modular para puntos de ventas (por ejemplo, estanterías), está desarrollando una línea de productos reciclados, motivados por el requerimiento de sus mismos clientes. Varios de los cuales son productores incluidos en la REP.
Los nuevos
Pero la REP y una mayor conciencia medioambiental han despertado el interés de decenas de emprendedores chilenos, compitiendo incluso con las clásicas startups tecnológicas. Para hacerse una idea, la Encuesta Nacional de Medioambiente 2018, desarrollada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) y DESUC UC, Indica que la basura es el segundo tema que más afecta a los chilenos (29%) con respecto al problema ambiental, luego de la contaminación del aire (ver gráfico).
Incluso, las oportunidades de negocio se aclaran más aún cuando vemos que, por ejemplo, el 40% de los chilenos no recicla por que no encuentra lugares para hacerlo, mientras que sólo el 35% separa los restos de frutas y verduras para hacer abono o compost.
Entre la nueva ola emprendedora del reciclaje está por ejemplo, Ecoven. A través de máquinas recolectoras de latas de aluminio y botellas PET 1, los usuarios ingresan estos artículos en el aparato, el cual facilita un cupón con un código. Una app lo escanea en el celular y se obtiene de inmediato un beneficio. Se puede cargar la tarjeta bip, canjear de descuentos con comercios asociados y donar dinero a fundaciones.
Elizabeth Bilbao y Mauricio Quezada, fundaron esta empresa debido a las bajas tasas de reciclaje en el país. El primer puesto lo instalaron en mayo de 2017 y rápidamente se expandieron a otros seis puntos de la capital. “Nos dimos cuenta que existían pocos incentivos al reciclaje y todo quedaba a conciencia de la gente sin ir acompañado de la educación necesaria, por lo que decidimos estructurar una propuesta atractiva y divertida”, expresa Quezada.
También motivados por la REP, en 2016 nace Pinturec. Fundada por tres ingenieros civiles, la organización se dedica al fomento del pintado, embellecimiento de casas y edificios, en base a pinturas recicladas. “Aspiramos a desarrollar el mercado de las pinturas recicladas y a reciclar los residuos de pintura que se generan en Chile contribuyendo a que nuestra sociedad sea cada día más responsable con el cuidado del medio ambiente”, dice Richard Behrens, cofundador de Pinturec.
Hace poco más de un año, Benjamín González fundó en Puerto Montt la empresa GreenSpot, que se encarga de otorgar valor a residuos industriales. A través de desechos como bidones, tuberías, estanques, entre otras, obtienen como producto final un pellet reciclado el cual es vendido a sus clientes. “De una forma vinimos a romper el paradigma que se ha venido dando que las regiones somos “proveedores” de residuos sin procesar, los cuales son enviados a la zona central del país y de allí mayoritariamente enviado a Asia para su reproceso, agrega González.
Además añade que cumplen con todos los estándares de la REP: “El rol de los negocios de reciclaje es empujar a la correcta definición de los detalles operativos que tendrá la REP, pues una buena ley sin reglamentos claros, justos y participativos, solo quedaría en buenas intenciones”
Fuente: PULSO