La eficiencia energética en Chile requiere de un marco regulatorio, con urgencia

Artículo proporcionado por ANESCO CHILE A.G., publicado en la Revista Frío Calor. Pipartner Group es socio de Anesco Chile.

ANESCO Chile A.G estima que si bien en el país ha habido avances en materia de eficiencia energética (EE) a lo largo de los años, ésta aún no permea la cultura empresarial ni el sector público nacional, para aprovechar todos los potenciales de EE existentes. Desde el gremio que reúne a las empresas de productos y servicios para la EE, creen que la auto-regulación del mercado no ha sido suficiente.

Según el gremio, las empresas en general toman medidas “sencillas” para disminuir sus costos operacionales y que les rindan créditos en el corto plazo, por lo que la eficiencia energética no se encuentra en sus prioridades para conseguir este objetivo. Y si bien los miembros del gremio han logrado implementar proyectos, éstos no son todo lo integrales o numerosos como se requiere en el país. Enfatizan que para poder obtener una reducción de consumo energético, y por ende reducción de costos, es necesario realizar un trabajo sistemático que hasta ahora no se hace. Esto es comenzar con una auditoría o diagnóstico energético, seguir con la implementación de un sistema de gestión de energía para luego llegar a las implementaciones.

Si bien la actual condición económica del país podría ser un escenario favorable para la eficiencia energética, dado que las empresas buscan la optimización de sus costos, y la EE es una alternativa para mejorar su competitividad; hay algo de incertidumbre, especialmente a nivel de la industria, que sigue frenando las decisiones en torno a la EE.

ANESCO Chile ha identificado algunos de los principales motivos por los cuales no se implementa EE. Éstos son por ejemplo que las empresas no invierten el suficiente dinero para obtener una buena auditoría energética, que no existe un estándar de auditorías energéticas identificable, hay una baja implementación de sistemas de gestión de la energía (sistematización), los incentivos de los ejecutivos de las empresas consumidoras de energía no están en línea con la eficiencia energética, el retorno de la inversión no se ajusta a lo esperado por las empresas productivas (no por eso no rentables), y la falta de capital humano especializado dentro de las empresas consumidoras de energía, que hace que el proceso sea más lento.

Si bien lo anterior se puede resolver, es necesario destacar que no existe evidencia empírica, a nivel internacional, de la implementación de medidas de eficiencia energética a gran escala, sin una regulación que las motive. ANESCO es enfático en destacar que la auto-regulación del mercado no ha podido responder a todas las oportunidades de optimización energética, pese a todas las externalidades positivas que éstas conllevan, tales como las relativas a impacto ambiental, disminución de la dependencia energética y de costos operacionales; y generación de nuevos emprendimientos y empleos.

El Ministerio de Energía está trabajando un proyecto de ley de eficiencia energética que establece cinco ejes (grandes consumidores, clientes regulados, transporte, vivienda y sector público). Éste aparece mencionado en el lanzamiento de la Agenda de Energía (mayo 2014), luego establecido en la definición de politica energética y en la Hoja de Ruta 2050 (2015), y finalmente comprometido a nivel internacional en la reciente realización del COP21 en París. Este proyecto de ley sería esencial para el cumplimiento de la meta de EE del 20% al año 2025 y las metas de reducción de gases efecto invernadero.

ANESCO Chile cree necesario un marco regulatorio relativo a EE, para incorporar esta temática de manera transversal en la cultura empresarial y sector público nacional, de manera similar a lo que se ha logrado en el país a partir de la regulación medioambiental y de seguridad laboral. Así mismo, el gremio establece que este proyecto de ley deberá hacerse cargo de asegurar principios claves como el contemplar todos los energéticos secundarios – no electrificando las medidas de EE-, asegurar la implementación de las medidas de EE rentables identificadas, permitir la libre competencia en el sector de servicios energéticos, no favoreciendo a algunos actores del mercado, estandarización de servicios energéticos (auditorías energéticas, sistemas de gestión de la energía, medición y verificación), poseer un sistema de medición y verificación lo suficientemente robusto y no excesivamente caro; y asegurar la transparencia de la información (objetivos, resultados, registro de consultores acreditados, entre otros).

Hoy en día urge avanzar en el proyecto de ley, dado que la demora de éste ha significado un estancamiento del mercado por la incertidumbre que genera el proceso y la no definición de aspectos claves. Estas son las preguntas que se generan: ¿Por qué realizar una auditoría energética o implementar un sistema de gestión de energía si no se conoce el alcance que tendrán éstas en la futura ley? ¿Por qué implementar una medida de EE ahora si quizá conviene esperar a que exista la ley? ¿Serán las acciones previas a la ley, reconocidas por ésta? Por otro lado ¿cuál será el rol de la agencia o cuál será la institucionalidad para el logro efectivo de la ley?

Cabe recordar que a nivel internacional, más de 30 países ya cuentan con leyes de eficiencia energética y en Latinoamérica: Brasil, Colombia, Uruguay y Perú cuentan con un marco regulatorio que impulsa y promueve la EE.

Como única A.G. que representa a las empresas de EE en Chile, tenemos certeza de que Chile necesita y merece una ley de eficiencia energética, que permita un incremento de la competividad, ahorro familiar y calidad de vida. Mantenemos nuestro compromiso de continuar colaborando en este proceso de diseño de ley, como del respectivo reglamento.

Fuente: Revista Frío Calor 138 (página 24)