Empresas buscan apoyo en UE para cumplir meta Cop21

Si bien ya está disponible el Fondo Verde para el Clima, ninguna compañía local a la fecha ha postulado.

La Cumbre del Clima (Cop21) -realizada en diciembre de 2015 en París, Francia y firmada la semana antepasada en Nueva York por 175 países-, sentó un precedente en la historia mundial: por primera vez casi todas las naciones acordaron implementar medidas para frenar el calentamiento global causado por el cambio climático. Esto, limitando la temperatura del planeta por debajo de los 2 grados Celsius y, en un horizonte cercano, a 1,5 grados Celsius, mediante el control de las emisiones de gases efecto invernadero. En este marco, Chile se comprometió a disminuir en 30% su intensidad carbónica con recursos propios a 2030.

Para abordar este desafío, el sector privado está llevando a cabo una serie de acciones que apuntan a instalar la sustentabilidad en el centro de las estrategias de desarrollo y a estrechar lazos con compañías extranjeras, con mayor experiencia, que puedan aportar con transferencia tecnológica y/o recursos económicos.

En este contexto, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) organizó el evento «Cambio Climático: ¿Qué cambia para las empresas», donde speakers del ámbito gubernamental, académico y empresarial debatieron en torno a la materia. Días después, la entidad firmó un acuerdo de cooperación con la fundación Eurochile, instancia en la que se realizaron más de 150 reuniones de negocios entre empresarios chilenos y europeos, a fin de que estos últimos dieran a conocer sus prácticas avanzadas en el ámbito de la sostenibilidad y la innovación, además de desarrollar paralelamente proyectos comunes en este campo.

El presidente del Comité de Sostenibilidad de Sofofa, Frederik Janssens, revela que ya cuentan con una plataforma de colaboración para que las firmas más adelantadas del viejo continente respondan las dudas de las nacionales, en la que su equipo actúa como organizador y facilitador de los enlaces nacionales e internacionales.
En tanto, Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea -quien recientemente visitó el país para presentar un proyecto respecto a la Economía Circular (concepto que trata la reincorporación de la mayor cantidad de recursos en el ciclo productivo)-, señala que Europa podría transferir conocimientos a Chile en el tratamiento de residuos y aguas, sistemas de transporte limpios, eficiencia energética, desarrollo de productos verdes y planificación urbana, justamente las áreas en que el gobierno, cree, hay más posibilidades de reducir emisiones.

Fondo Verde para el Clima
Según el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, el Ejecutivo está apostando en incorporar la variable del clima en las decisiones de mediano y largo plazo en los ámbitos de infraestructura, planificación de las ciudades y políticas centradas en sectores productivos como la energía, pesca y silvicultura.
Por ello, su cartera está preparando un Plan de Acción Nacional Climático para el período 2017-2022, que se encuentra en consulta pública hasta mediados de año. Éste, posee distintos ejes específicos de trabajo entre los que se incluye capacitaciones e instancias de sensibilización para las empresas privadas.
Por otro lado, la autoridad destaca que ya está disponible el Fondo Verde para el Clima de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para empresas públicas y privadas que realicen innovación y transferencia tecnológica de cara al cambio climático, el cual contempla un presupuesto total de US$ 100 mil millones a 2020. Sin embargo, a la fecha ninguna compañía ha postulado. Badenier explica que los proyectos interesados en acceder al beneficio deben ser endozados a un documento que envía el Estado chileno al organismo internacional.

Empresas con proyectos de largo plazo
Si bien hay empresas que tras la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU han iniciado un proceso de transformación de sus modelos de desarrollo, hay varias que anticipándose al futuro desarrollaron cambios profundos mucho antes.
Es el caso de Unilever, que según su gerente general, Hans Eben, las medidas de eficiencia ecológica que emplean sus fábricas desde 2008 han generado ahorros por más de 400 millones de euros a la fecha. Ello se suma a que en 2014 cerca del 50% del crecimiento global de la firma provino de marcas sustentables, las cuales crecieron al doble de velocidad que el resto. Además, desde el año pasado, la compañía no envía residuos a los rellenos sanitarios.
Hace unos meses la multinacional anunció que sus operaciones serán carbono positivo a 2030, lo que contempla, entre otras cosas, consumir 100% de energía eléctrica de fuentes renovables para 2020, eliminar uso de carbón en su mix y comprar o generar más energía de la que consume para insertarla en el sistema y ponerla a disposición de otros usuarios. También, para 2020, Unilever espera que todas sus materias primas provengan de fuentes sustentables.
En tanto, la generadora eléctrica, Colbún, viene trabajando desde hace 15 años en mitigación del cambio climático, a través de cuatro centrales hidroeléctricas de pasada acreditadas ante las Naciones Unidas, las que generan reducciones de emisiones por 400 mil toneladas de C02 al año. El subgerente de Innovación, Cristián Mosella, indica que actualmente están registrando otras plantas para que sean acreditadas mediante el mismo mecanismo y además, incursionarán «pronto» en otras energías renovables como la solar.
Sodimac -del Grupo Falabella- también lleva varios años enfrentando el calentamiento global. Juan Carlos Corvalán, gerente de Asuntos Legales y Sostenibilidad, comenta que hoy la apuesta de la compañía es generar una red nacional de puntos limpios. A la fecha, suman 15 a lo largo del país, en los cuales se han reciclado más de 2.100 toneladas de residuos de 330 mil clientes.
Sostiene que han incorporado productos provenientes de una explotación sustentable, bajo criterios levantados por la Cámara Chilena de la Construcción y la Fundación Chile, entre otros. A su vez, han sumado expertos en medio ambiente para lograr las directrices adecuadas en toda la cadena productiva.

Fuente: Diario Financiero