Vivimos en un mundo que es total y completamente finito, no obstante, nuestra sociedad se ha autoimpuesto la necesidad de crecer infinitamente en todo orden de cosas. A esto le hemos llamado la “paradoja de la sustentabilidad”.
Es actuar educando, reflexionando, generando conocimientos, tecnología e innovaciones que apoyen a la sociedad en su conjunto, a organizaciones civiles e instituciones públicas y privadas, a transitar hacia un modelo de desarrollo circular, consciente que toda actividad humana tiene un impacto en el entorno, que debe ser cuidado en nuestro paso por este mundo.
Una forma de permanecer actualizados respecto a las nuevas demandas de la sociedad es transitar paulatinamente a modelos de negocio circulares, es decir, convertirse en empresas sustentables y aprovechar el desarrollo sustentable como una forma de disminución de costos y aumento de rentabilidad.